Al menos eso es lo que piensa el sector mas joven del Taller. Eso de que podamos "añadir" elementos nuevos a la realidad cuando pintamos, hace mas atractivo el trabajo que desarrollamos. Pintamos un bestiario imaginario... es un lugar especial donde los perros pueden tener cinco ojos o siete patas... y eso les convierte en seres especiales al ser diferentes... la materia de la que se han creado no es pintura, es la imaginación de un niño, y os aseguro que no hay nada mejor en el mundo que eso.
Trabajamos en un principio sobre un cuadro concreto:
Después hicimos un recorrido por la obra principal, el uso limitado de colores y el porqué de su simbología a través de un cuento.
Ese día, el martes trabajamos sobre una obra, el jueves empezamos a trabajar desde nuestra imaginación.
Concluyendo a Cezanne
Justo ahora nos encontramos reorganizando el taller para el próximo año escolar, de momento compartimos tiempo, aula y material.
Los mayores comienzan a experimentar con acrílicos y empiezan a entender que es eso de pintar la luz y hacer que los objetos giren... es complejo pero ya saben de que se les está hablando. No pintas en realidad una manzana, pintas como la luz cae sobre ella.
Empezamos con bocetos en papel entelado con un primer bodegón, mas tarde observar y dar la primera mancha...