Tal vez Paolo Uccello dudó mucho en decidir, sobre cuál de los dos adversarios, protagonistas de su célebre pintura, dibujar en secreto las facciones de su rostro como firma. Seguramente anduvo dudando, una y otra vez, a fin de poder elegir finalmente. Y tardó tanto en hacerlo, que al final olvido hasta él mismo, en cuál de los dos quedó fijado.
Hoy sólo el nombre del genial artista perdura, puesto que el hombre, Paolo Uccello, infaustamente, en palabras de Vasari: «terminó sus días, solo, excéntrico, melancólico y pobre»...
Hoy sólo el nombre del genial artista perdura, puesto que el hombre, Paolo Uccello, infaustamente, en palabras de Vasari: «terminó sus días, solo, excéntrico, melancólico y pobre»...
Dragones inacabados
La sesión que tuvimos la semana pasada versaba sobre el famoso cuadro
de Paolo Uccello: El caballero y el dragón.
Juan se encargó de relatarnos la historia, ya que la
conocía por haber trabajado en ella
en el taller del año pasado. Nos narró la historia con todo lujo de detalles, algunos de su propia cosecha y empezamos a trabajar…
Un voraz Dragón hace su nido cerca de la fuente que abastece a una populosa ciudad. Debido a esta calamitosa circunstancia, los ciudadanos se veían obligados a distraer a la bestia diariamente, para alejarla de la fuente, y así obtener agua. Para lograr esto, todos los días sacrificaban a una víctima, sorteada de entre los habitantes del lugar. En cierta ocasión, resultó seleccionada la bella princesa local. El rey, padre desesperado, solicita clemencia infructuosamente. Cuando la joven está a punto de ser devorada por la inclemente bestia, aparece el héroe San Jorge, quien llegaba allí, desde tierras lejanas, atraído por la famosa hermosura de la princesa. Armado con su legendaria lanza y su brioso corcel blanco, y luego de una ardua contienda, San Jorge vence al Dragón. Cuando el paladín fatigado, pero lleno de ilusiones, se apresta a tomar su premio, se topa con una sorpresa desagradable: la princesa gira la vista, desairándole con frío desdén.
Transcribir un dibujo a una cartulina negra… aquí no vale el
papel calco y hay que forzar el lápiz hasta que marque la cartulina... Después de
esto recortar y pegar… pero eso es lo malo que tienen algunas semanas tan
cortas… Se acaban pronto y se quedan mil ideas en en el aire para
poder ser retomadas en algún momento y acabarlas… o no…