Copiar a un maestro del Impresionismo como Van Gogh, no sólo consiste en trazar una cuadrícula y determinar donde se colocan unos trazos.
Copiar un cuadro como este requiere un esfuerzo mayor, precisa de tiempo, tiempo para observar como se coloca una pincelada, cual es la dirección que lleva, como se interpreta la luz para modelar un objeto.
Copiar, es un camino para aprender a observar, desarrollar la retentiva y sobre todo para captar el espíritu de quien lo realizó.
Vamos por buen camino.