martes, 14 de abril de 2020

Técnicas caseras para hacer puntillismo



En esta semana vamos a  realizar dos práticas que tienen que ver con el puntillismo. 

MARTES:
Para la primera práctica necesitamos papel, tijeras, cinta carrocero o cinta adhesiva. Temperas a las que podemos añadir agua y un cepillo de dientes.

JUEVES:
Nuestro cuaderno y rotuladores. 

EN el video tenéis todos los pasos y aquí tenéis los textos y las imágenes con las que podéis trabajar.


El puntillismo es una técnica artística que consiste en hacer una obra mediante el uso de diminutos puntos. 

Aparece por primera vez en 1884 encabezada por el pintor neoimpresionista Georges Seurat

En su paleta también utilizaban el blanco mezclado con los colores primarios, lo que les permitía obtener una multitud de tonos que iban de un color con una ligera presencia de blanco hasta un blanco casi puro.


La técnica se basa en la capacidad del ojo y la mente del espectador para combinar las manchas de color en una gama más amplia de tonos.























El Circo fue el último cuadro que pintó Georges Seurat, el rey del puntillismo, divisionismo o neoimpresionismo, como prefiráis llamarlo, una técnica que consiste en utilizar únicamente los colores primarios (rojo, amarillo, azul, blanco y negro), que se aplican en el lienzo en forma de pequeños puntitos, unos junto a otros, bien apretados, de modo que los colores se mezclen en nuestra retina cuando los veamos de lejos, formando diferentes tonos, a pesar de que en el cuadro sigan físicamente separados. 

Es una técnica trabajosa y muy lenta, que generalmente hace que las figuras queden como congeladas. Sin embargo, al final de su carrera, Seurat consiguió por fin superar este obstáculo de forma magistral. Aquí sí que hay movimiento. Muchísimo. Y no por obra y gracia de los colores, sino por las líneas diagonales, muchas de ellas ascendentes, que desequilibran la composición haciendo que parezca a punto de derrumbarse. Un ritmo frenético de líneas que consigue poner toda la escena en marcha. Pero que al mismo tiempo es pura armonía, gracias al equilibrio pausado de los colores, con muy pocos tonos perfectamente combinados.