—¿Mil?
—¿Un millón?
—¿Millones de billones de trillones?
Buff... ¿Qué número es ese Juan?
Estos chicos cuando comienzan con las preguntas existencialistas, donde se sabe a ciencia cierta que la respuesta que des te va a comprometer si o si, me preocupa profundamente.
Claro que por otro lado me siento retada y tengo que reconocer que me motivo con facilidad...
—Bien, chicos, la idea la veo muy clara, lo vais a averiguar vosotros mismos trabajando en grupos de a dos, donde uno dirige y el otro aprende (pequeños y mayores en la misma mesa de trabajo).
El Método: Fabrico un color, lo muestro pintando en un folio que tiene cada grupo.
El Objetivo: Conseguir a través de la experiencia el mismo resultado probando una y otra vez... observando. La cosa cada vez se complica mas...
La Finalidad: Cada alumno llega a la misma conclusión después de ver la dificultad del entrenamiento y de realizar escalas cromáticas con los hallazgos.
Conclusiones: No hay un número determinado, las combinaciones son infinitas.
Mi Finalidad y Objetivo: Han resuelto ellos solitos su duda y además han enseñado a los mas pequeños a trabajar con cuidado buscando un resultado.
Una de las mejores experiencias en el taller, este grupo promete mucho.