Educar en el arte
Permite formar con una sensibilidad que les permita a nuestros hijos elevar el espíritu, así como conocer su yo interno y ampliar su criterio.
La música, por ejemplo, nos permite la concentración. A través de escuchar música nuestra mente navega y logramos profundizar en nuestra interioridad, nos hace más perceptivos y nuestro sentido del ritmo se agudiza. La literatura desarrolla nuestro pensamiento, el lenguaje se vuelve amplio, logramos transmitir nuestras ideas con mas claridad, ya que ha través de la lectura nuestro vocabulario se hace más extenso.
El dibujo, la pintura o la construcción, constituyen un proceso complejo en el que el niño reúne diversos elementos de su experiencia para formar un todo con un nuevo significado. En el proceso de seleccionar, interpretar y reafirmar esos elementos, el niño nos da algo más que un dibujo o una escultura; nos proporciona una parte de sí mismo: cómo piensa, cómo siente y cómo ve.
El Inglés
El hecho de que el niño hable inglés aparte de su lengua materna , no le creará confunsión, como muchos padres creen, al contario, tendrá más facilidad de absorber todos los conocimientos y aprender a dominarlo de forma más fácil. Se dice que la mejor época para que su hijo estudie inglés se sitúa entre la etapa de primera infancia y los seis años, cuando los niños son altamente sensibles a los idiomas y pueden estudiarlos más rápido, sin embargo nunca es tarde para empezar. Enlazar el arte con el idioma permite conseguir que el niño se habitúe al idioma, a la quinta semana en el taller, hemos observado que el los niños se experimenta una reacción muy positiva. Está acostumbrado a que le hablen en inglés y lo acepta, también responde demostrando así su asimilación.
El hecho de que el niño hable inglés aparte de su lengua materna , no le creará confunsión, como muchos padres creen, al contario, tendrá más facilidad de absorber todos los conocimientos y aprender a dominarlo de forma más fácil. Se dice que la mejor época para que su hijo estudie inglés se sitúa entre la etapa de primera infancia y los seis años, cuando los niños son altamente sensibles a los idiomas y pueden estudiarlos más rápido, sin embargo nunca es tarde para empezar. Enlazar el arte con el idioma permite conseguir que el niño se habitúe al idioma, a la quinta semana en el taller, hemos observado que el los niños se experimenta una reacción muy positiva. Está acostumbrado a que le hablen en inglés y lo acepta, también responde demostrando así su asimilación.
Iniciar el aprendizaje del inglés desde la infancia
Los niños cuentan con una excelente capacidad de absorción del
lenguaje y de imitación de sonidos. Son tremendamente espontáneos y no tienen
el sentido del ridículo que sienten los mayores, que les hace no sentirse
inhibidos a la hora de hablar y practicar el inglés. Así, por imitación, los
niños reproducen los sonidos y las frases y son capaces de aprender más
rápidamente un segundo idioma.
Durante la infancia, el juego es una de las actividades
favoritas de todo niño y conectando: juego, arte e inglés, se captará sin duda su
atención y aumentará su predisposición para aprender el idioma. La exposición de
los niños al inglés debe ser la máxima posible y realizarse de la misma forma y
al mismo tiempo que aprenden su lengua materna. Mientras el niño empieza a
aprender inglés y arte simultáneamente veremos además cómo se desarrollan otras capacidades , entre ellas:
• Destreza lingüística y capacidad verbal
• Creatividad
• Habilidades de resolución de problemas
• Autoestima
• Independencia y autonomía
• Concentración
