sábado, 19 de enero de 2013

Mandalas y niños: Desde el interior




El mandala, palabra sánscrita cuyo significado literal es círculo, es una representación simbólica y arquetípica del universo según la antigua cosmología budista. Está constituida por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas; representa las características más importantes del universo y de sus contenidos. Su principal objetivo es fomentar la concentración de la energía en un solo punto durante la meditación.
Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen ancestral en la India (imágenes y meditaciones budistas) pero pronto se propagaron en las culturas orientales, en los indígenas de América y en los aborígenes de Australia. La mayoría de las culturas poseen configuraciones mandálicas, frecuentemente con intención espiritual: la “mandorla” –almendra- del arte cristiano medieval; ciertos “laberintos” en el pavimento de las iglesias góticas, los rosetones de vitral de las mismas iglesias góticas…


Mandalas y niños

En el ámbito cognoscitivo: Desarrollar la fluidez, flexibilidad y originalidad en las ideas del niño.
En el ámbito afectivo y social: Desarrollar actitudes creativas frente a distintas situaciones que se le presenten.
En el ámbito psicomotor: Favorecer que el niño se exprese de forma creativa con el uso de distintas técnicas plásticas.
Vamos a centrarnos en aquellos aspectos de desarrollo que más nos interesan para introducir el tema de los mandalas a nivel psicopedagógico y didáctico. No importa el enfoque psicoevolutivo que sigamos, todos ello coinciden en que el éxito de la educación se logra cuando los niños se encuentran capacitados para enfocar la vida por sí mismos.


Objetivos y beneficios:


Mandalas infantiles como estímulo al aprendizaje.Todo es posible si el niño tiene estímulos. Los MANDALAS suponen un estímulo motivador para cualquier aprendizaje de las distintas áreas del Currículo de Educación Primaria.



Mandalas infantiles como medio de expresión.
A través del dibujo, del color, el niño  se expresa. Expresa su mundo interior, pensamientos, ideas, estados de ánimo y relaciones con el mundo de un modo cada vez más complejo, desde los primeros garabatos a las creaciones artísticas más abstractas y elaboradas desarrollando con ello su psicomotricidad.



Mandalas infantiles como medio de comunicación.El niño utiliza los recursos de la Expresión Plástica para desarrollar procesos de comunicación, tanto más ricos cuanto más lo sea el medio y los recursos que le estimulen y le orienten. A través de formas y colores utilizados con una u otra intención el niño busca comunicarse con los demás, comunicar su interpretación de la realidad, proyectar sus impresiones.



Mandalas infantiles como medio de producción.Desde los garabatos, los remolinos, esferas a las producciones de mandalas más elaboradas, el niño va evolucionando en su creatividad productiva y habilidad psicomotriz.



Mandalas infantiles como técnica de relajación.Un adulto ante un problema puede verbalizarlo expresando así sus sentimientos. Un niño se relajará  utilizando un tipo de expresión no verbal ya que no saben expresar con palabras sus sentimientos, puede entonces usar otro medio que no sean las palabras.La actividad creativa de los mandalas en estos de niños tensos, introvertidos y con tendencia al aislamiento es muy útil. Aprender a percibir la belleza es fundamental ya que estimula el desarrollo integral de las capacidades humanas, que muchas veces quedan limitadas a lo estrictamente analítico.Las técnicas de relajación son un medio indispensable de educación que lleva progresivamente al dominio de los movimientos y, como consecuencia, a la disponibilidad del ser entero. 



Mandalas infantiles como medio de superación de situaciones emocionales negativas (fobias, ansiedad, temores nocturnos, acosos escolares, experiencias traumáticas).Mientras se pinta en el subconsciente desaparecen los problemas porque nos encontramos en un estado de total relajación y concentración. Las respuestas de reacción a estados emocionales negativos van desapareciendo y poco a poco se transforman. Para el niño pintar o crear mandalas  puede ser un medio de autoterapia.






Om Mani Pad Me Hum


Acompañó nuestra sesión en esta ocasión.